Al anochecer, el hombre, dejó
sobre los hombros de la silla, el día. Había que dejarlo secar, para que las
horas quedasen hechas piedra, y con los primeros visos de sol recostados sobre el reclinatorio de la silla, éstas se desquebrajasen. Así, quedado aliviado por la noche, el
hombre bajó las caracolas escaleras con un cierto dejo de incertidumbre. Vio el
día anterior hecho arena, regado alrededor de la silla, se agachó y con su mano
sacudió el ayer, para quitar la capa de piel muerta, para encontrar la valía,
la vida, la justificación que necesita para volver a salir por la puerta.
Les comparto la portada del segundo número de la revista literaria Monolito . El arte en portada es del artista plástico José Molina Jule (El Salvador) con su obra Verdugos de Magdalena. En el número 2 de la revista Monolito encontrarán el ensayo de Gerardo Bono González (México) llamado “El libro sobre la silla” en donde el autor inicia cuestionándose: “¿Debe haber un libro en la silla presidencial? ¿Qué repercusión tienen las lecturas de un primer mandatario en la toma de definiciones? ¿Quiénes gobiernan mejor, los presidentes que han leído, por lo menos a los clásicos, o quienes definitivamente no han recurrido a la literatura para ampliar su acervo cultural?”. Con las letras aún de luto, el escritor y poeta Alejandro Montaño (México), escribe desde lo más profundo de su alma “Carlos: escritor de pluma fuente” a manera de ensayo-descargo por la partida de Carlos Fuentes. Javier Sachez (España) cruza el océano para ofrecernos una reseña literaria acerca del ...
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