Búscala, que de mi cuerpo nada queda; los huesos, piel y vida convertidas en cenizas, regadas por el campo, y la tierra seca y fría ya es destino del cuerpo que llevaba el nombre del que has buscado por días. Te ruego, amigo mío, que entre las ramas secas, rotas, cargadas de hollín, no tientes más. Te juro ya no me encontrarás ni aunque recojas grano por grano ni te pierdas en los años venideros, tratando de formarme, y aun si logras mi silueta, de vida nada queda en esa tierra. Ve, dile a ella tu nombre, deja que el resto de tu cuerpo hable por ti, que ella sabrá reconocer el dolor de un amigo al ver que yo no estoy más aquí. Te contará de brujos y brujas de los que nunca formé parte, de falsas profecías que a mi boca metieron por puños para finalmente condenarme. No sufras cuando las llamas aparezcan en la boca de ella y describa cómo el humo me cubría todo, junto con el crujir de la leña y el crepitar de mis gritos. Ahí, te pido la detengas, abrázala, susúrrale que te he mandado a cuidarla, amala cómo algún día yo lo hice; has que no sufra más por mi perdida y suplanta mi amor por ella. Es edicto lo que he dicho desde una ciudad eterna.
Les comparto la portada del segundo número de la revista literaria Monolito . El arte en portada es del artista plástico José Molina Jule (El Salvador) con su obra Verdugos de Magdalena. En el número 2 de la revista Monolito encontrarán el ensayo de Gerardo Bono González (México) llamado “El libro sobre la silla” en donde el autor inicia cuestionándose: “¿Debe haber un libro en la silla presidencial? ¿Qué repercusión tienen las lecturas de un primer mandatario en la toma de definiciones? ¿Quiénes gobiernan mejor, los presidentes que han leído, por lo menos a los clásicos, o quienes definitivamente no han recurrido a la literatura para ampliar su acervo cultural?”. Con las letras aún de luto, el escritor y poeta Alejandro Montaño (México), escribe desde lo más profundo de su alma “Carlos: escritor de pluma fuente” a manera de ensayo-descargo por la partida de Carlos Fuentes. Javier Sachez (España) cruza el océano para ofrecernos una reseña literaria acerca del ...
Estremecedora historia, Juan!!! Genial la manera de narrarla, como un edicto. Al terminar de leer me quedé pensativa, imaginando todo y elucubrando conjeturas posibles. ¡Buenísimooooooooooooooo!!! Un beso grande!!
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