Cuando Pedro despertó
se vio flotando en su penitencia: voces, gritos, llantos, dedos apuntando hacia
a él, miradas que se aferran a la de Pedro para que haga caso del que se
llevan. Al fondo, de espaldas a él, un hombre siendo arrastrado por dos guardias
envueltos en la incredulidad, mientras la multitud se vuelve hacia Pedro, éste,
asustado, empuja hombro con hombro, lucha por salir de entre la multitud y ve
venir a un guardia con su lanza al frente que le dice: “¿conoces a ese hombre?
–al tiempo que señalaba ese último rastro quedado que eran los pies del
capturado-, ¿eres uno de sus seguidores?”-Todo se desvaneció frente a él, el
velo onírico cayó y se fugó de él-. ¡No! ¡No lo conozco!, ¡No sé quién es!,
dijo Pedro ya sin escenario, en la infinita nada.
Les comparto la portada del segundo número de la revista literaria Monolito . El arte en portada es del artista plástico José Molina Jule (El Salvador) con su obra Verdugos de Magdalena. En el número 2 de la revista Monolito encontrarán el ensayo de Gerardo Bono González (México) llamado “El libro sobre la silla” en donde el autor inicia cuestionándose: “¿Debe haber un libro en la silla presidencial? ¿Qué repercusión tienen las lecturas de un primer mandatario en la toma de definiciones? ¿Quiénes gobiernan mejor, los presidentes que han leído, por lo menos a los clásicos, o quienes definitivamente no han recurrido a la literatura para ampliar su acervo cultural?”. Con las letras aún de luto, el escritor y poeta Alejandro Montaño (México), escribe desde lo más profundo de su alma “Carlos: escritor de pluma fuente” a manera de ensayo-descargo por la partida de Carlos Fuentes. Javier Sachez (España) cruza el océano para ofrecernos una reseña literaria acerca del ...
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