Ir al contenido principal

Jacinto




-Dicen que lo venía siguiendo el diablo.

-¿El diablo?

-Eso mismo.

-Leyenda…

-No, esto es la pura verdad, señor.

-A ver pues y, ¿desde dónde lo venían siguiendo?

-No sé, nadie sabía, pero yo parando oreja escuché que la gente del pueblo decía, que aquel, cuando lo encontraron entre los matorrales, “era un revolucionario” y “todavía respiraba”.

-¿Y luego?

-Un paisano se acercó para escuchar lo que decía ese hombre, mientras otros lo dejaban casi encuerado, porque el hombre traía armas y ropa que se podía vender.

-¿Qué dijo?

-“Pueblo Esperanza…, El charro negro, el charro negro…”.

-¿El charro negro?

-El diablo, señor.

-Y, ese Pueblo Esperanza, ¿dónde queda?

-No sé, señor, no sé…  

-Entonces ya han pasado muchos años.

-Uh, sí, ya tiene muchos años, pero desde ese día, nadie pasa de noche por este camino, porque dicen que por aquí anda Jacinto-como lo bautizaron los del pueblo para poder darle santa sepultura- vagando, y que atrasito de él, viene el diablo a caballo pa llevárselo.
Dicen que cuando Jacinto encuentre a un paisano por aquí, en la noche, podrá descansar, dejar de vagar, porque el diablo se llevará al otro, ¿me entiende?

-Hombre, eso no existe, no se preocupe, que son leyendas, no pasará nada.

-No, cuál leyenda, es la mera verdá, pero fortuna que lo encontré a usté para no pasar la noche solo, porque si ando yo nomás, el diablo me lleva.

- Cuál diablo; tápese bien que ya arrecia el frío y, usted, viene con muy poca ropa.

-Sí, señor, ya está pegando duro el frío, así es cada noche al andar por este camino, siempre helado, siempre noche, cuando anda cerca…

-¿Cuando anda cerca el diablo?

-Eso mesmo. ¿No escucha, a los lejos, el trote de un caballo? Yo sí.

-No. A todo esto, usted, ¿es de por aquí?

-No, señor. Y, ¿usté?

-No, yo voy a “Centenarios”. Me han mandado a ese pueblo para resolver un problema ejidal.

-Ah…

-¿Para dónde va?

-A “Pueblo Esperanza”, señor; ahí es donde mi familia se fue, justo después de irme con mi general Villa.

-Ah, qué bromista es usted. Ya se parece al tal Jacinto.

-Ándele, como el tal Jacinto, como el tal Jacinto.

Comentarios

Entradas populares de este blog

SEGUNDO NÚMERO DE LA REVISTA MONOLITO

Les comparto la portada del segundo número de la revista literaria Monolito . El arte en portada es del artista plástico José Molina Jule (El Salvador) con su obra Verdugos de Magdalena. En el número 2 de la revista Monolito encontrarán el ensayo de Gerardo Bono González (México) llamado “El libro sobre la silla” en donde el autor inicia cuestionándose: “¿Debe haber un libro en la silla presidencial? ¿Qué repercusión tienen las lecturas de un primer mandatario en la toma de definiciones? ¿Quiénes gobiernan mejor, los presidentes que han leído, por lo menos a los clásicos, o quienes definitivamente no han recurrido a la literatura para ampliar su acervo cultural?”. Con las letras aún de luto, el escritor y poeta Alejandro Montaño (México), escribe desde lo más profundo de su alma “Carlos: escritor de pluma fuente” a manera de ensayo-descargo por la partida de Carlos Fuentes. Javier Sachez (España) cruza el océano para ofrecernos una reseña literaria acerca del ...

REVISTA LITERARIA MONOLITO

Con una idea clara nace un proyecto nuevo de revista literaria. Necesitamos, urge, que este país (México) cambie su mentalidad. Debemos acercar la literatura a la gente que entiende por libro algo inalcanzable y difícil. Acerquemos a las personas de a pie las letras para que se den cuenta de que éstas existen, no muerden y, sobre todo, que aprenderán y se divertirán al mismo tiempo. Esa es una forma de contribuir para el mejoramiento de esta sociedad. Evidentemente, con una sociedad más culta, tendremos mejores gobernantes, pues sabremos escogerlos mejor. Dejemos que cada persona se eduque en base en lo que la cultura puede ofrecerles: en este caso la literatura. Bajo estos ideales nace la revista literaria gratuita Monolito . La fecha de salida será el 2 de mayo. Arte de portada: La casa amarilla de Sergio Astorga. Para colaborar en el terreno de relato, microrrelato, poema, ensayo, reseña literaria, pintura y escultura, ponemos a su disposición el siguiente correo e...

Carta de Julio Cortázar a Octavio Paz: el encuentro con la inmortalidad

Dejé la taza de té sobre la mesilla y al olvido el ardor de garganta con la que he convivido toda mi vida, abrí entusiasmado el tomo dos de Cartas1955- 1964 de Julio Cortázar (editado por la inalcanzable Alfaguara –hablando en pesos). El tomo uno descansaba exhausto en el librero después de haberlo hecho mío por un par de días. Allí Cortázar sigue siendo joven: profesor normal, catedrático, hombre de viajes por el interior de la Argentina, de dolores por la pérdida de amigos queridos; risas, misivas llenas de humor; poemas, lecturas; Presencia y su seudónimo Julio Denis. Cocó. La otra orilla , El examen . Su tan querido Keats al que le dedicaba muchas horas y del que tanto hablaba. Su tan citado Rilke; aquellas primeras apariciones importantes en Sur . Besteario ; el descubrimiento de los divertidos Cronopios y hasta una carta del fantasma de su padre pidiéndole que firmara en el futuro como Julio Florencio Cortázar y no como Julio Cortázar ya que podrían confundirlo co...