Hoy me siento tan
humano, entre la muchedumbre soy ellos, con sus colores, formas y sonidos. Su
ir y venir con los ojos moviéndose, buscando todo sin encontrar nada. Pasean,
lo hacemos, y siento cómo voy perdiendo poco a poco mi esencia. Confusión,
vértigo, me hace detenerme, recargándome sobre el muro de la catedral. Está
fría, puedo sentir las texturas de todo lo que veo y es que ya veo igual que
todos los demás. Manejo cada uno de los músculos del cuerpo, es increíble.
Puedo hablar pero me retraigo, no quiero hacer contacto, no ahora, no hoy:
tengo miedo. Aunque sigo fascinado por esta maravillosa maquina. El experimento
funcionó; esta noticia cambiará el mundo: nuestro mundo. Entre este cumulo de
sensaciones y acciones nuevas, había desatendido lo que ocurría a mi alrededor.
La gente de pronto comienza a mirarme, les llamo la atención; me hago el
desentendido pretendiendo que no hay ningún problema conmigo, mas no logro
desviar las miradas de mi. Estoy nervioso, olisqueo levantando el cuello, de
inmediato advierto que he cometido un error, al tiempo que la gente se acerca,
y es cuando una mujer grita aterrada, contagiando su histeria a los otros. Todos
corren pidiendo auxilio. Yo también corro tan rápido como puedo pidiendo ayuda.
Se escuchan disparos. En la carrera logro verme reflejado en los cristales de
aparadores de las tiendas que se encuentran sobre la calle y alcanzo a darme
cuenta que todo ha fallado: los bigotes salían de los cachetes de humano como
puntas afiladas blancas espigadas. Las uñas de las manos crecían rápidamente y
los brazos se acortaban como retrayéndose, la cara se alargaba como si el
rostro quisiese escapar de la cabeza, el pelo erizado gris salía por todos
lados, los ojos completamente saltados, y veía cómo mi cuerpo se encogía
aceleradamente…
Doblo la esquina
buscando la alcantarilla por la que he salido, la veo y como flecha me clavo
por uno de los agujeros. Me quedé un momento adosado a la pared húmeda,
escuchaba que hablaban, pero ya era imposible para mi entender lo que decían,
fui perdiendo poco a poco todo parecido con ellos, pero alcancé a pensar que,
en un futuro, nuestra especie seria capaz de ser humano, muy humano.
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