Eres un recuerdo tan vago; incapaz de formarte en mi memoria. Tu rostro no termina por ser claro, como si fueses un ente difuminado. Unos ojos que no acaban por dar color. Pestañas que sobresalen por su negrura; tu boca la recuerdo vagamente: dos líneas muy delgadas hacían de labios, tu nariz es tu rostro y el cabello castaño termina por cubrir tu recuerdo. Lo lacio de tu cabellera se me presenta de espaldas a mi mirada, a mis ojos que te contemplan cuidadosamente, no saben si fuiste real, no saben si eres lo que en verdad decías ser. Tu nombre aparece sobre tu cabeza y por eso te reconozco y entiendo que el daño esta hecho, pero quiero recodar los buenos momentos, aunque en mi infortunio, solamente te encuentro en la indiferencia de tus actos, y es como si lo hicieses a propósito, como si con ello tu recuerdo se perdiera entre otros. Después, juego a las palabras y trato de resolver el crucigrama. Deseo encontrar en mi memoria, las respuestas que tu falsedad se ha negado a develar...