Hoy
no quiero escribir para que me entiendas tú, y sí todos; jugando al lenguaje arrogante,
sin decir que en lo oculto lo “culto”, te dejo la preterición. Lo hago en el
entendido de que me rebusco en el litote. Y sí, cómo saber el fondo entre tanta
inacción –símbolos dormidos- cuando el grito debería ser claro, fuera de la
burbuja para ser oído y que no solamente se quede retumbando en las paredes de
lo de siempre; eso que en medio de los símbolos del lenguaje está ya muy
rancio.
Te digo claro y seguro que prefiero el universo con todos los planetas y claro, la tierra, con lo que en ella habita; causar la creación primera. Así, el decir claro de lo simple irá de cabeza en cabeza, en una constante renovación; en la ida –siempre ida nunca vuelta- a lo futuro, consiguiendo con ello la eterna búsqueda de la letra: trascenderse para ser leída.
Todos estamos en esa búsqueda Juan, pero tu lo has logrado con tu texto. Me gusta. Abrazos.
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