Martin Heidegger nos dice que en la errancia –de los caminos— se aprende el oficio de pensar. Sí, pensar es inevitable y todos podemos hacerlo, pero ejercitarlo y ponerlo en práctica requiere saber cómo y para qué utilizarlo, saber cuál es su funcionamiento, su razón de ser y de qué forma puede aplicarse lo que genera el pensamiento. No hay una manera o estructura general para pensar; es decir, cada persona tiene una forma de estructurar ideas y sentidos. El desarrollo de tales ideas con estructura definida tienen que ver con una proceso individual, así, esto es que el vientre donde se gesta el pensamiento es único. No hay una fórmula infalible para pensar “mejor” o enseñar determinada estructura para desarrollar un mejor pensamiento. Cada uno de nosotros debe crear su propia arquitectura. Sin embargo, todos de buena o mala manera, pensamos, el problema es que no todos saben por qué se piensa ni mucho menos se ejercita dicho músculo sensible. Esto es qu...