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Asomo


Mi cabizbaja forma inclinada hacia a ti, respirándote tan cerca que podría entrar por tus poros, en la fundición de esencias, de almas ¡y no puedo! Con mi figura palpitante queriéndosele escapar a la pared que no sabe de amores, intento la fuga. Y de tanto ansiarte escapo hecho sombra, con mi piel tan negra, y estás ahí, acostada, lista para mí sin que seas consciente de que he escapado de mi encierro. Te recorro en un suspiro y me sientes -despiertas-, mas te sabes mía; tu grito me lo como todo, y te gozo, alma poseída.

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Nace un nuevo sello editorial: Capítulo Siete

Amigos, les comparto con mucho gusto este nuevo proyecto editorial que me honra dirigir y que nace de la mano conjunta de los poetas y editores Cristina Arreola Márquez (encargada de la dirección editorial), Mario Islasáinz, al igual que un grupo más de profesionales. Capítulo Siete es un proyecto que hemos estado trabajando desde hace varios meses. La fecha de lanzamiento será en febrero de 2018 junto con nuestro sitio web, pero nuestras redes sociales estarán activas a partir de enero. Capítulo Siete es un proyecto hermano de Revista Monolito; es decir, seguirá funcionando con normalidad pero de manera independiente al sello editorial, aunque trabajando en colaboración en lo que respecta a la difusión por parte de ambos proyectos. Les agradezco mucho la confianza que han tenido en nuestro trabajo desde hace ya 6 años que iniciamos con la revista, y les pido la extiendan a Capítulo Siete. Pasen la voz. Febrero 2018. Juan Mireles

Serie de minificciones "Los amores"

I Descubriríamos después de mucho tiempo que, tal vez, no todo fue tan malo, y ese “no todo” tendría que corresponderte. II En la distancia nos reencontraremos, dijeron, que en la muerte seríamos otros y nos reconoceríamos. Hoy estoy aquí en mitad de la nada, esperándote: no llegas. III Acabaríamos mal, eso pensamos desde el inicio, nos sabíamos lejanos y lo intentamos, por necios, porque a veces vale la pena engañarse, seguir el juego de la inocencia. IV Lo nuestro no fue amor a primera vista, más bien fuimos construyendo algo importante con el paso de los días y las semanas; aquello más tarde se elevaría de tal manera que haría perdernos en la infinitud de la incertidumbre. Allá seguimos: quién sabe qué esté pasando con nosotros. V  Pensábamos la muerte cuando hablábamos de qué hacer si el otro faltara, que la ruptura sería trágica, y pensarlo se hacía insoportable; sin embargo,  hoy, cada quien sigue caminando por ahí, enamorándose de otra...

Las cartas

Te escribo por necesidad. Para evitar el penoso suicidio avivado cada cuando al echar partes de olvido. Si pudieses ver cómo se alzan los cabellos del diablo. Tomé un poco de café, no para evitar dormir, pues soy amigo del insomnio, sino para sentir que puedo escribirte esta carta. Me embalsamo en alma de cigarrillo mientras escribo con esta temblorosa mano; la tinta se corre y las letras parecen no ser lo que deberían ser. Ayer el perro por fin decidió irse de casa, ni adiós dijo, solo partió, posiblemente con la coqueta perra del vecino: vaya amantes. Quisiera poder hacer lo mismo, pero ¿con quién me iría? ¿Vendrás? ¿Algún día te tendré? ¿Qué esperarías qué hiciera para poder transformarte en la que espero? Lo siento, prometí no volver a presionarte. Pero apiádate de este que escribe. Hace frío, este invierno   se presenta con altas notas. Compré un abrigo la última vez que salí, hace cien años, ya sé que puede parecer de risa que un abrigo pueda durar tanto,...