por el viento otoñal que sopla del sur de mi realidad.
Sacudida a mis ayeres
imágenes de acontecimientos pasados:
meses, días y años marcados en las hojas;
caen y se posan sobre otras ya sin recuerdos de mi vida.
El remolino de sensaciones que trae consigo el viento
estremece el roble, que es mi columna vertebral;
mis brazos son las ramas que te sienten al pasar;
los pájaros que anidan en mi vértice, son mi voz, y el
canto de auxilio despedido al aire
es la súplica que oíste al pasar.
Me dejas desnudo, viento angelical;
envuelve con tu esencia este tronco inerme, y
espera conmigo hasta que mis hojas recupere.
Comentarios
Publicar un comentario