Amigos, les comparto con mucho gusto este nuevo proyecto editorial que me honra dirigir y que nace de la mano conjunta de los poetas y editores Cristina Arreola Márquez (encargada de la dirección editorial), Mario Islasáinz, al igual que un grupo más de profesionales. Capítulo Siete es un proyecto que hemos estado trabajando desde hace varios meses. La fecha de lanzamiento será en febrero de 2018 junto con nuestro sitio web, pero nuestras redes sociales estarán activas a partir de enero. Capítulo Siete es un proyecto hermano de Revista Monolito; es decir, seguirá funcionando con normalidad pero de manera independiente al sello editorial, aunque trabajando en colaboración en lo que respecta a la difusión por parte de ambos proyectos. Les agradezco mucho la confianza que han tenido en nuestro trabajo desde hace ya 6 años que iniciamos con la revista, y les pido la extiendan a Capítulo Siete. Pasen la voz. Febrero 2018. Juan Mireles
Los grises de la sala de espera. El sol muriéndose en los cristales ahumados -la frialdad del espacio-. A la distancia un jardín de verdes opacos, se asoma, quiere no ver, el vacío. Las teclas machacadas. Un timbre. Otro. El teléfono a veces suena, ya no como antes, ahora cada tanto y es un sonido que irrumpe como desde cierta distancia que lo salva. Aquí todos morimos junto con los pasos que resuenan en el pasillo de arriba y el del otro piso y el del otro. Las oficinas son puertas sin nombres que guardan rumores, murmullos que significan, dicen, el progreso, la modernidad. La espera a la nada y la luz amarillenta sin vida nos alcanza. Oscurece. Ya pronto será hora de irse y la recepcionista solitaria lo intuye de tal manera que se prepara para el fin de otro día que tampoco habrá significado gran cosa. La radio despierta y lanza canciones en español, decadentes, tal vez melódicas en otro contexto, con menos ausencias, pero aquí, en este lobby, es una música ensimismada.